miércoles, 15 de febrero de 2017

Alto del Castro (Riosalido. Guadalajara)

Este yacimiento se localiza en el el cerro testigo denominado Alto del castro, a 1.049 metros de altitud. Dispone de una excelente panorámica sobre los terrenos circundantes, pues se sitúa entre los valles recorrido por el río Salado, a lo largo del cual se localizan numerosas salinas explotadas desde antiguo, y el río Cubillo. Esta privilegiada localización, en las estribaciones de la Sierra Ministra, seguramente fue un factor determinante a la hora de elegir su ubicación.

Sobre este yacimiento no se han realizado excavaciones sistemáticas por lo que, a pesar de ser conocido, no hay estudios disponibles. Por el estudio cerámico realizado, se estima que estuvo ocupado desde el siglo VIII a. C, es decir desde la primera Edad del Hierro.

Su ocupación continuó durante la segunda Edad del Hierro, se trata de un asentamiento celtibérico, que se atribuye a los titos (aunque en algunos sitios se atribuye a los arévacos,ya que hablamos de pueblos con límites difusos), los cuales se distribuían ocupando las zonas del alto Tajo, alto Henares y alto Tajuña. Hay algunos castros cercanos como el Castro de Castilviejo, en Guijosa.

El acceso al yacimiento se realiza desde el pueblo de Riosalido, una pequeña localidad donde la llegada del invierno instala el silencio en sus calles. Aquí nos recibe el edificio más emblemático de la localidad: la iglesia de San Martín Obispo (s. XVI).

Iglesia de San martín Obispo. Riosalido
Iglesia de San martín Obispo. Riosalido

Desde esta localidad una buena pista nos deja a los pies del cerro en el que se asienta el castro. Es un castro de pequeñas dimensiones que ocupa la parte más elevada del cerro en el que se asienta. En las laderas del mismo se distinguen algunas estructuras (seguramente de uso más reciente, aunque es difícil de determinar). También se observan numerosos restos de cerámica.

En la parte más elevada, amesetada y estrecha, se pueden observar restos de construcciones, aunque es difícil determinar su época exacta.

Zona alta. Alto del Castro. Riosalido
Zona alta. Alto del Castro. Riosalido

Restos de construcciones. Alto del Castro
Restos de construcciones. Alto del Castro

Sin embargo, lo más llamativo de este yacimiento son los restos existentes del sistema defensivo. Hay varios tramos en los que la muralla es visible con grandes sillares que dan una idea de la potencia de la muralla. Es fácilmente identificable el perímetro del recinto amurallado, aunque la parte mejor conservada es la nordeste.

Muralla nordeste. Alto del Castro
Muralla nordeste. Alto del Castro

Muralla nordeste. Alto del Castro
Muralla nordeste. Alto del Castro

Aunque no es el único punto en el que son visibles los sillares. Si recorremos el perímetro podremos observar, en numerosos puntos, lo que parece ser el arranque de la muralla.

Sillares. Muralla norte. Alto del Castro
Sillares. Muralla norte. Alto del Castro

Sillares. Muralla oeste. Alto del Castro

En la zona noroeste se localiza un gran derrumbe que podría corresponder a restos de la muralla e incluso alguna estructura adosada (torre o similar).

Derrumbe. Muralla noroeste. Alto del Castro
Derrumbe. Muralla noroeste. Alto del Castro

Es cierto que no queda mucho que ver en este asentamiento, pero merece la pena acercarse para conocer un yacimiento previo a su excavación. También es una buen excusa para conocer la comarca, que no carece de atractivos.

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INFORMACIÓN ADICIONAL Y BIBLIOGRAFÍA:
  • VALIENTE MALLA, JESÚS. Guía de la arqueología en Guadalajara. Editorial aache

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