miércoles, 18 de enero de 2017

Castro de Las Cogotas (Cardeñosa. Ávila)

Nos situamos a unos diez kilómetros de la ciudad de Ávila, en el término municipal de Cardeñosa, rodeados de encinares y con el embalse de Cogotas a nuestros pies, nos recibe un increíble yacimientos arqueológico: el castro vettón de Las Cogotas. El yacimiento está señalizado en la carretera que une Ávila con Cardeñosa.

Este enclave estuvo habitado desde la Edad del Bronce hasta su abandono definitivo tras la conquista romana de estos territorios a finales del siglo I a. C.

Vista norte del castro de Las Cogotas
Vista norte del castro de Las Cogotas

Las primeras excavaciones en el castro de Las Cogotas se realizan en el año 1927 por Juan Cabré. A raíz de sus investigaciones se configura el concepto de Cultura de las Cogotas que establece una identificación de esta cultura, desde el punto de vista arqueológico, con los castros fortificados, necrópolis de incineración, cerámicas a peine y torno, y las esculturas de verracos.

El castro de Las Cogotas se sitúa en las estribaciones del valle de Amblés, donde se observa una importante concentración de castros fortificados como el castro de La Mesa de Miranda (Chamartín de la Sierra) o el oppidum de Ulaca (Solosancho), por nombrar dos de los más representativos.

La elección de su ubicación seguramente estuvo condicionada por varios aspectos: la relativa altura respecto al entorno, la protección de dos promontorios graníticos separados por una vaguada, así como la caída abrupta hacia el río Adaja en su lado este. El primer asentamiento en esta ubicación se ha datado en la Edad del Bronce, evolucionando posteriormente hacia un castro fortificado, siendo esta última etapa la que ha dejado las huellas arquitectónicas que se podemos apreciar en la actualidad.

En nuestra visita el primer espacio por el que pasamos es la necrópolis de incineración, situada al norte del castro y visible desde el mismo. Los cadáveres eran incinerados y posteriormente enterrados en una urna o en un simple hoyo, a veces señalizadas por estelas de granito. Algunos de los enterramientos, en torno a un 16%, estaban acompañados de ajuares y en un tanto por ciento aún menor aparecen armas. Todo ello parece indicar una sociedad estratificada y dirigida por una aristocracia militar.

Espacio de la necrópolis
Espacio de la necrópolis

Al acercarnos al castro vemos los primeros carteles informativos. El castro ocupa una extensión de 14.5 ha repartidas en dos recintos rodeados de muralla. El primero recinto ocupa los dos promontorios graníticos. El segundo se adosa al primero en la zona oeste y sur. Parte de este segundo recinto ha perecido bajo las aguas del embalse de Cogotas.

Segundo recinto y Embalse
Segundo recinto y Embalse

Cada uno de los recintos disponía de tres entradas. Se han restaurado dos de las tres entradas originales del primer recinto, las correspondiente al flanco norte.  

Delimitando el camino que nos lleva a la entrada principal, encontramos un característico campo de piedras hincadas que protegía la parte más vulnerable del castro. El objetivo de estas grandes piedras apuntadas era dificultar el avance de caballería y posibles tropas en el ataque. No se observa la presencia de foso, un elemento presente en numerosos castros de otras culturas meseteñas.


Campo de piedras hincadas
Campo de piedras hincadas

La muralla que rodea el primer recinto esta compuesta de grandes sillares siguiendo la técnica constructiva habitual: dos paramentos, uno externo y otro interno, de mampostería en seco con relleno de piedras, losetas y cantos. En el caso del castro de Las Cogotas aparece un doble muro adosado como refuerzo. La muralla carece de cimentación levantándose directamente sobre el suelo.

Muralla del primer recinto. Las Cogotas
Muralla del primer recinto. Las Cogotas

La anchura de la muralla es variable, con máximas anchuras en el flanco norte, el más expuesto a los ataques. La muralla se adapta a la morfología del terreno y solo está interrumpida cuando las moles graníticas se integran en la propia muralla y en algunos puntos de la zona este donde la caída al río dificultaba el acceso.

Tramo muralla norte. Las Cogotas
Tramo muralla norte. Las Cogotas

La dos entradas recuperadas se sitúan, como hemos comentado, en la muralla norte. La entrada principal, situada en la parte más accesible, es un acceso estrecho al que conducía un camino empedrado.

Camino empedrado de acceso. Las Cogotas
Camino empedrado de acceso. Las Cogotas

Entrada principal. Las Cogotas
Entrada principal. Las Cogotas

En la muralla norte existe un segundo acceso de menor envergadura que interrumpe la muralla de forma sesgada. Esta entrada estaba defendida por dos torres de base circular.

Segundo acceso. Muralla norte. Las Cogotas
Segundo acceso. Muralla norte. Las Cogotas

En el primer recinto, adosadas a la muralla próxima a la entrada principal, localizamos de forma clara un conjunto de viviendas en bancal de planta rectangular y adosadas. Este núcleo de viviendas se adaptan a la pendiente del terreno.

Viviendas adosadas. Las Cogotas
Viviendas adosadas. Las Cogotas

Viviendas adosadas. Las Cogotas
Viviendas adosadas. Las Cogotas

Todas las viviendas presentan planta rectangular, adaptando sus forma y dimensiones al terreno. Sus dimensiones oscilan entre los 45 m2 y los 210 m2. En el momento de mayor ocupación se calcula una población de 200 a 300 habitantes repartidos entre 50-70 viviendas.

Exceptuando las viviendas mencionadas junto a la entrada principal del primer recinto, es complicado identificar las viviendas en el interior. Pero si se presta atención es posible identificar alineaciones de piedras de los zócalos y que delimitaban la planta de la vivienda.


Zócalo de vivienda. Las Cogotas
Zócalo de vivienda. Las Cogotas

Realmente en el interior del recinto hay poco que ver en la actualidad, pero merece la pena darse una vuelta y observar el entorno para apreciar las características de estos castros fortificados.

Algunos de estos materiales localizados en los núcleos habitacionales e inmediaciones, nos ayudan a perfilar lo que era la vida doméstica de estos habitantes: molinos de piedra, pesas de telar, cerámica a mano y a torno con decoración diversa como estampillados y las más característica a peine, fíbulas, etc.

Los materiales materiales localizados se reparten entre el Museo de Ávila y, en su gran mayoría, el Museo Arqueológico Nacional.

Más allá de las estructuras visibles, el entorno en el que se asienta el castro de Las Cogotas nos muestra una incomparable panorámica de los encinares que rodean el yacimiento y del embalse.

Interior del primer recinto. Las Cogotas
Interior del primer recinto. Las Cogotas

Interior del primer recinto. Las Cogotas
Interior del primer recinto. Las Cogotas

Fuera del recinto amurallado, pero cercana, aparecieron un verraco completo que representa un cerdo (actualmente en la plaza del Alcázar, Ávila) y uno incompleto que representa posiblemente a un toro (actualmente en el Museo de Ávila, en el almacén visitable de Santo Tomé).
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INFORMACIÓN ADICIONAL:

BIBLIOGRAFÍA:
  • FABIÁN GARCÍA, J.FRANCISCO. Ruta de los castros vettones de Ávila y su entorno. 
  • ÁLVAREZ-SANCHIS, JESÚS. R. Los vettones. Arqueología de un pluebo protohistórico. Tesis doctoral. 1997.
  • KURTZ, WILLIAM S. El armamento en la necrópolis de Las Cogotas (Cerdeñosa, Ávila). (pdf, 1,8 MB)

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